“Cuando un integrante de la
familia tiene depresión debemos enfocar la ayuda y las intervenciones en toda
la familia, ya que el paciente no es sólo la persona enferma, sino también la
familia entera”
Algunas intervenciones de Enfermería:
-Establecimiento de una
relación de confianza entre enfermera(o)/ paciente.
-Incorporación del paciente
a actividades que fomenten la
distracción y recreación (cursos interactivos en centros de madres,
actividades físico-recreativas, comunidades religiosas, etc).
-Proporcionar elementos de ocio: TV, libros de fácil lectura, etc.
-Enseñar localización de recursos de ocio y acceso a ellos.
-Incorporación a curso para
el afrontamiento de la depresión.
-Realización de terapia de autocontrol.
-Realización de terapia de
solución de problemas.
-Fomentar la focalización de
la atención en experiencias agradables.
-Potenciar su autoestima y felicitar sus logros.
-Modificación de conductas emocionales y de
comunicación viciosas que interfieran en la dinámica familiar: solucionar sus
problemas en silencio, no buscar apoyo en su cónyuge o hijos, llorar a escondidas.
-Animar la manifestación de
sentimientos, percepciones y miedos.
-Educación al cónyuge para fomentar una
buena relación conyugal.
¿Cómo ayudar al paciente deprimido?
Es importante ser consciente de que las maneras negativas de ver las cosas son parte de la
depresión. Estas son distorsiones que, por lo general, no se basan en circunstancias reales. Los
pensamientos negativos desaparecen cuando el tratamiento empieza a hacer efecto. Mientras tanto:
• Aconsejar que fije metas realistas, tomando en cuenta la depresión y no asumiendo una cantidad excesiva de responsabilidades.
• Dividir las metas en partes pequeñas, estableciendo prioridades.
• Recomendar estar acompañado y confiar en alguna persona; siempre es mejor que estar solo y no hablar con nadie.
• Ayudar al paciente a encontrar actividades que le hagan sentirse bien: hacer ejercicio liviano, ir al cine o participar en actividades recreativas, religiosas, sociales o de otro tipo.
• Enseñar que el estado de ánimo no mejora de inmediato, sino gradualmente y que sentirse mejor le llevará un tiempo. Los pacientes rara vez salen de una depresión de un día para el otro pero se pueden sentir un poco mejor cada día.
• Aconsejar que posponga las decisiones importantes hasta que la depresión mejore. Antes de hacer cambios importantes, como el trabajo, casarse o divorciarse, consultar con personas que lo conozcan bien y tengan una visión más objetiva de su situación.
• Recordar en cada visita que los patrones positivos de pensamiento eventualmente van a reemplazar los pensamientos negativos que son parte de la depresión. Los patrones negativos irán desapareciendo tan pronto la depresión responda al tratamiento.
• Hablar con familiares y/o amigos para que estos comprendan la enfermedad y así ayuden al paciente en cada fase de la enfermedad.
Fuente:
• Chalifour, Jacques. “La relación de ayuda en cuidados de enfermería. Una perspectiva holística y Humanística.” Barcelona. SG Editores, S.A. 1994.